El pan, el vino, las palabras…
Julio Hubard
Un banquete menos “serio”
Rodolfo Marcos-Turnbull
Las migajas del Banquete de Kierkegaard
María Eugenia Escobar
¿Sileno por sileno?
Antonio Montes de Oca
El tercer hombre en el Banquete de Platón
Danielle Arnoux
CONFERENCIAS
Sobre la véridiction: asociación libre y parresía
Jean Allouch
EFECTOS
Tensión
Raúl Vidal
Observaciones sobre “las antípodas del ‘Jacques dijo’…”
Octavio Alonso González G.
FABRICACIONES
De lo otro propio
Ana Couchonnal y Claudia Gaspar
El gabinete de Antifón
Gabriel Meraz
LA DIFÍCIL CAÍDA DEL PSI
Nota aclaratoria
Dice Lacan en el seminario La transferencia..., refiriéndose a In vino veritas, que es "el penúltimo eco" de El banquete de Platón. Así era en efecto en aquel entonces, pero ya para estas fechas no es el penúltimo; quién sabe en qué instalación iremos. Sabemos que ya existe, inclusive, hasta una obra de teatro que aborda el tema. Lo que es un hecho es que, a partir de la obra de Platón, son innumerables las ocasiones en que otros han intentado crear su propio "Banquete".
Sin embargo, todas estas aproximaciones tienen un objetivo, sea explícito o no: tratar de acercarse al original. Porque si ya estaba todo dicho y claro en la obra platónica ¿para qué tomarse la molestia? En otras palabras, no se trata, en el fondo, y aunque las circunstancias y los personajes cambien, de otra cosa que de una siempre apremiante reflexión sobre El banquete de Platón.
Como muestra ofrecemos ahora tres de ellos que abren nuestro número dedicado al tema. Pero, imposible prescindir del primero, volvemos al comentario directo sobre el de Platón del cual incluimos dos estudios más.
Siguiendo tercamente con la apuesta de que El banquete proporciona muchas más enseñanzas para el psicoanalista de lo que se puede creer, publicamos en textos de me cayó el veinte que acompaña el número presente, la cuarta y última entrega de la serie dedicada a Sócrates: en esta ocasión volvemos la mirada de nuevo a Paul Valéry. Se trata de dos "diálogos socráticos": Eupalinos o el arquitecto y Sócrates y su médico .
Igualmente, publicamos nuestro segundo número de grapas de me cayó el veinte, en esta ocasión con una edición bilingüe de la Apertura de la sección clínica de Lacan. Creemos que es una forma muy eficaz de, en acto, abordar el problema de la traducción y proponer algo al respecto.
La ilustración de portada se debe en esta ocasión al trabajo de la pintora mexicana Georgina Quintana que, muy amablemente, nos ha proporcionado su tela Papas y lentejas para tal efecto.
Por último, también tenemos el gusto de anunciar la apertura de una nueva pestaña en la página electrónica de nuestra revista: la intención es ofrecer, junto a la edición de papel una "revista virtual". En esta pestaña, que hemos decidido llamar e-textos, publicaremos aquellos artículos que, por sus características, pensamos que encuentran un mejor lugar de publicación de esta forma. Iniciamos esta nueva aventura con un trabajo de Manuel Hernández La ¿caída? que, como podrán notar, es idóneo para el medio de nuestros tiempos.
Eupalinos o el arquitecto y Sócrates y su médico.
Los "diálogos socráticos" de Paul Valéry forman una parte significativa de su obra en prosa. A diferencia de lo que ocurre en Platón o Jenofonte, no hay en ellos la menor intención de dibujar un retrato de Sócrates, ni de tomar apoyo en la figura histórica que daría cuerpo al personaje. Las "conversaciones" que intercambian el ateniense y algunos de sus allegados no se hacen pasar como "dichos de Sócrates"; son, en todo caso, el andamiaje literario que sirve al autor para presentar ciertas cuestiones filosóficas o estéticas de su interés.
Eupalinos o el Arquitecto (1921), texto escrito a solicitud de una prestigiosa revista francesa de arquitectura, es un diálogo de muertos, o más precisamente, un encuentro de las "sombras vanas" de Sócrates y Fedro en la "pálida mansión" de Hades. Allí se discute en torno del personaje que da título a la pieza, un edificador de templos de Megara, cuyo destacado oficio es "materia preciosa para el filósofo".
Por su parte, Sócrates y su médico, un diálogo más breve, presenta a un Sócrates sufriente que busca retener a su lado al sanador Erixímaco, cuando éste ya vuela a la cabecera de una mujer, su siguiente enferma. El intercambio entre ambos pone el acento en el cuerpo propio, ese que se confía a otro, "a quien no se dirige sino por penas, fatigas y dolores" y descubre al "más grande de los sabios" como un paciente cualquiera, incapaz de tolerar "un grano de insoportable tardanza a la ansiosa espera de alguien".
Apertura de la sección clínica según Jacques Lacan
La conferencia Apertura de la sección clínica según Jacques Lacan, fue dictada en Vincennes el 5 de enero de 1977. La versión bilingüe que aquí presentamos, se inscribe en la corriente del estudio y resultado de una hipótesis alrededor de la traducción que toma en cuenta la transcripción y la transliteración poniendo en juego criterios de recepción en otra lengua de aquello que Lacan deslizaba al hablar francés frente a su auditorio. Respecto a otras versiones, con cuya comparación seguramente gana y pierde, trae la novedad de su presentación bilingüe.
demcv
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